Viajemos gratis (2)

   Hoy, en esta segunda entrega (anterior publicación aquí), Shirly Babey va a seguir preparándonos para nuestros futuros viajes. Aquí la tenemos sobre una horquilla de bronce de 7 cm de largo, espero que te guste.

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Contacto: mimidecoo@gmail.com

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Adiós a la razón pero muy bonito todo

 
   La semana pasada recorrimos los inicios de la cartografía, inicios fructíferos en Grecia, en China, en la India, y ahora que ya estamos llegando a la Edad Media, empezará una época oscura para la ciencia en Europa.
Con la Iglesia hemos topado, saludad al cristianismo.

  En la Alta Edad Media (s.V-XI), y con la caída del Imperio Romano, se produce una fragmentación del llamado Mundo Antiguo surgiendo nuevos poderes: Reinos germánicos, Imperio bizantino y el Imperio islámico.
El cristianismo ya era la religión oficial del Imperio Romano en el s. IV y se extendió por todas las tribus germánicas antes de la caída de Roma. En principio hubo una separación del Imperio Romano en dos partes, el Imperio de Oriente y el de Occidente. El primero se centro en Constantinopla y acató la religión ortodoxa; mientras que en Occidente fue Roma el centro y su religión la católica. Para el s. VII, surge una nueva religión, una nueva fuerza que dividirá aún más, en Arabia aparece el Islam.

 
   Y fueron precisamente los árabes los que no perdieron el norte y con ayuda de los métodos, y las enseñanzas de los griegos, siguieron con la cartografía.

   Pero veamos que pasa en Europa durante la Alta Edad Media. La vida regida por los miedos a los castigos divinos y por la prioridad de la salvación del alma, dejó de lado toda cabida a la ciencia. Los nuevos mapas son meras obras de arte para ricos en los que se representa una descripción bíblica. La Tierra era un superficie circular con un mar en forma de "T", la línea horizontal de esta letra representaba al Mare Magnum y la vertical al Mediterraneo. De esta forma se separan tres continentes: Europa, Asia y África. El Paraíso está al este.
Estos mapas reciben el nombre de "Orbis Terrarum", mapas T en O. 

  Vemos en la imagen de arriba a la derecha, el primer mapa impreso en Europa en 1472, de Isidoro de Sevilla de su obra Etimología (sobre el 634).

  Y en esta otra imagen a la izquierda, tenemos un pequeño mapa basado en el mapa T en O de Isidoro de Sevilla, el Mapamundi del Salterio (libro de salmos) de la abadía de Westmister de 1265.

Baja Edad Media, navegantes al rescate

   La Baja Edad Media (s.XIII-XV), presenta ya diferentes reinos europeos, que tienen que buscar las vías para comerciar con sus mercancías. Pero para lograrlo se requiere mayor rapidez y seguridad. Esto lleva a que haya un mayor interés por mapas más reales, que resulten una ayuda y no una salvación del alma.

  Con el desarrollo de la navegación y la aparición de la brújula, surgieron mapas bastantes precisos. Son los mapas o cartas portulanas, que trazaban rutas principales, sin paralelos ni meridianos, acorde a los ocho vientos más importantes y en los que se anotaba descubrimientos, y todo lo que pudiera ser de ayuda (carga de mercancías, traslado de tropas...).

   El portulano más antiguo conocido es la Carta Pisana, de 1300 y de autor anónimo (imagen de la derecha).

   A partir de aquí empieza una carrera impresionante en la creación de mapas, De la escuela cartográfica mallorquina del s. XIV, pasando por la escuela portuguesa del s. XV y en el s. XVI, la escuela de Sevilla que crea el mapa de Américo Vespucci, dando así su nombre al nuevo continente.

   Pero, tranquilidad, vamos a volver un momento a 1492, vamos a conocer un nuevo tipo de mapa no visto hasta ahora. El globo terráqueo de Martin Behaim, el Erdapfel (manzana de tierra), es el más antiguo conocido, que no significa que sea el primero. Estaba hecho con una bola de lino rodeada de madera y forrada por un mapa pintado por Georg Glockendon, en él no se incluyen las Américas ya que Colón aún no ha regresado de su viaje.

Y ya tenemos Nuevo Mundo

  En 1569, con América ya descubierta e incluida definitivamente en el planeta, Gerardus Mercator, elabora un Mapa Mundi en el que se lleva a cabo una proyección cartográfica conforme, es decir, reflejando fielmente las formas de los continentes, pero no de sus superficies. Y recibe el nombre de Proyección de Mercator. 

  En la imagen de la izquierda, el mapa de Mercator y en la inferior derecha, un mapa de Gerard van Schagen (cartógrafo de Amsterdam) de 1689.

   En el s. XVIII, la Geografía es considerada de suma importancia, ya a finales del XVII, a través de los profundos estudios empiezan a desaparecer los datos erróneos y la superstición, de los mapas, siendo cada vez más exactos. Y en 1879, el Congreso Internacional de Cartografía, se propuso cartografiar todo el mundo a escala 1:1.000.000, trabajo que se sigue haciendo hoy en día.

Siglo XX y hoy

   

   Y estamos en una época más conocida, quizás. El siglo de la fotografía aérea, de los satélites, en definitiva, del crecimiento tecnológico, ¿qué más se puede pedir?.

  Pero antes de seguir vamos a hacer un alto en 1856, donde aparece una nueva proyección cartográfica, la proyección de Gall-Peters (lee este interesante artículo). Se trata de una proyección cartográfica equivalente, es decir, que respeta el tamaño comparativo de los continentes, pero no sus contornos.

   En las imágenes de la izquierda tenemos la proyección de Mercater (imagen superior) y la de Gall-Peters (imagen inferior).

   Volviendo al s. XX, con la imprenta y la fotografía a pleno rendimiento, hacer Atlas y sus mapas resulta mucho más fácil y barato.

  La fotografía aérea se desarrolló en la Primera Guerra Mundial, pero no fue hasta la Segunda que se generalizó su uso para hacer mapas.

  Y así poco a poco, con las nuevas tecnologías e investigaciones no solo se avanza en los conocimientos del planeta en las zonas habitadas, si no que, cada día vamos sabiendo más de su interior, de su clima, de sus elementos y del exterior. 

   Lo que si es cierto es que ese viejo Atlas que tienes en el armario, ya no se siente agobiado de trabajo. Internet lo tiene todo, y encima con los Earth, los Maps y todas esas ayudas, ya nadie se acuerda de él. Hazle una visita de vez en cuando, anda.

Y aquí llegamos, espero, como siempre que hayas disfrutado. Yo desde luego, sí.

Recuerda que la semana que viene, el día 7, empezamos nuestro viaje por el mundo. Partiremos desde Islandia, te espero.

¡Saludos y feliz semana!.

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