Noche Vieja artesanal

    Dando ya los últimos coletazos de 2015 y esperando saludar a este nuevo año, tenemos hoy a esta Shirly Babey, la muñeca de goma EVA, que te quiere transmitir sus mejores deseos para 2016. Está acomodada en un medallón de metal plateado de 2 cm de diámetro con cadena a juego (hay otras opciones, consultar).

Precio: 6 euros con descuento de 1 euro si vienes a buscarlo.
Consultas y pedidos: mimidecoo@gmail.com

    Noche Vieja, siempre se repite la misma historia.


   Preparados para la tradición como cada 31 de diciembre: cena copiosa bañada por cantidades interesantes de bebidas espirituosas, ropa elegante, uvas, familia, amigos, desconocidos a los que queremos como amigos (cosas de las bebidas espirituosas), y todo eso que acontece en tan señalada fecha. Y por supuesto, los buenos propósitos de Año Nuevo

     ¿Y de donde viene todo esto?.

    Año Nuevo, ¿de dónde vienes?


    En Europa, como ya sabemos, (de hecho, en el hemisferio norte), la primavera empieza a finales del mes de marzo, época de clima más generoso y de plantar los cultivos que alimentaran al pueblo durante el siguiente año. Por ello el Año Nuevo aproximadamente en el 2000 antes de nuestra era, en Babilonia (actual Irak), se festejaba finalizando marzo. La fiesta duraba once días, con sus procesiones, sacrificios y ritos de fertilidad. Era el momento en que el dios Marduk (patrón de la ciudad), decidía el destino de todos para el año entrante.

Representación del dios Marduk, patrón de Babilonia.

     Los romanos tuvieron el 25 de marzo como primer día del año hasta que algunos emperadores y altos funcionarios decidieron jugar con las fechas cambiando la duración de meses y años, para así conseguir que su mandato se prolongara más tiempo.

    Finalmente Julio César puso como inicio de año el 1 de Enero en el 45 antes de nuestra era, naciendo así el calendario juliano. Se modificó de forma que hubiera sincronía con el sol. La celebración se hacía en honor a Jano, dios romano de los comienzos, y en ella decoraban sus casas e intercambiaban regalos. Fue el nombre de este dios el que, a su vez, puso nombre a nuestro mes de enero: del latín Janus-Ianus, en español pasó de Ianuarius a Janeiro y Janero, derivando a Enero.

Representación del dios Jano, dios de los comienzos y finales.


   En el s.IV, con Roma ya cristianizada, la recién estrenada iglesia prohibió la celebración pagana de Año Nuevo y cambió las fechas de nuevo a 25 de diciembre (nacimiento de Jesús) y 25 de marzo (anunciación).

    El papa Gregorio XIII organizó el calendario gregoriano, usado en occidente aún en nuestros días, restableciendo el 1 de enero como el primer día del año. Este calendario fue instaurado como definitivo entre las naciones católicas en 1582, aunque poco poco, países no católicos hicieron lo mismo. El último, Rusia en 1917.

Papa Gregorio XIII (1326-1417)


   ¡Fiesta, fiesta, fiesta! y ¡Suerte, suerte, suerte!


    Esta festividad, aún prohibida en su momento por la iglesia, nunca se ha dejado de celebrar. Han cambiado las costumbres y cada país tiene la suya. Ha cambiado incluso el horario, hoy en día en la mayoría de países, lo que empezó como celebración de Año Nuevo se festeja como Fin de Año siendo el momento culminante las doce de la noche, el cambio de año, tanto si acaba en ese momento la fiesta como si empieza o continúa.

Celebración  con uvas y champán en la mítica Puerta del Sol madrileña

   Las celebraciones son diferentes según cada país, con sus costumbres y supersticiones, hoy en día sigue siendo una fiesta pagana. En España, como ya sabemos, partimos el año comiendo uvas.
De la procedencia de esta tradición podemos contar que ya en el s. XIX, existía la costumbre entre la aristocracia española, de brindar con champán y comer uvas en la cena de Noche Vieja.

   En 1882 el alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, impuso una tasa de un duro a todo el que el 5 de enero quisiera ver a los Reyes Magos, intentando así controlar una noche en la que todo era escándalo y excesos. Pero los madrileños no se lo tomaron muy bien y se empezaron a reunir el día 31 de diciembre en la Puerta del Sol a comer uvas con las doce campanadas en tono de burla de aquellos que cenaban con uvas y champán.

Uvas de la suerte para Noche Vieja.

   También se cuenta que en Alicante en el año 1909, hubo excedente en la cosecha de uva y aprovecharon la ocasión para sacar un extra vendiéndolas como uvas de la suerte tomándolas con las doce campanadas de Fin de Año.

     ¡Y más fiesta!, ¡y más suerte!


    En otros países tienen sus diferentes maneras de llamar a la buena suerte, en Grecia comen un pastel llamado Vassilopitta con una moneda en su interior y el afortunado será quien la encuentre; En Italia y algunos países sudamericanos, comen lentejas estofadas; en Estados Unidos hay que besarse; en México, Perú o Venezuela, llenan de cohetes un muñeco de trapo; los uruguayos tiran agua por la ventana; en Austria, Bleigieben, es una costumbre que consiste en quemar figuritas de plomo en una cuchara y, fundido, echarlo en un vaso de agua, la forma resultante decidirá el futuro; y así infinidad de tradiciones que vamos adquiriendo unos y otros.


En cualquier caso y hagas lo que hagas te deseo lo mejor para este 2016, disfrútalo.
¡Hasta el año que viene!.


Para pedidos y consultas: mimidecoo@gmail.com
Curiosea en: www.facebook.com/mimideco.hechoamano
 y en Instagram, www.instagram.com/mimi.deco




     

No hay comentarios:

Publicar un comentario